Bien, seguimos con las reseñas, esta vez le toca a "Fiesta al Noroeste" de Ana María Matute.
- SINOPSIS
Dingo el titiritero llega a Artámila Baja, su pueblo natal. Es el pueblo del que huyó para buscarse una vida mejor y al cual, le da mala espina volver. Mientras llueve a raudales, sin darse cuenta atropella a un niño y decide entregarse a las autoridades mientras llama a su amigo de la infancia, Juan Medinao.
Juan reconoce a Dingo y decide ayudarle. Su encuentro le evoca el pasado y recuerda toda su infancia. Juan Medinao es el hijo del cacique del pueblo. Sus padres no se llevan bien y vive marcado con el estigma del rechazo de la gente.
También nos cuenta el desconcierto que le supone el nacimiento de su hermano bastardo y la pena ante el suicidio de la madre.
Tras la visita a Dingo en el calabozo, ve al cura y le pregunta si puede confesarse. Aquí aprovecha para seguir contando su niñez y adolescencia. De cómo conoce a Dingo por la compra de un mastín y que es el único amigo que tiene hasta el día en que Dingo se va con unos ahorros comunes.
Después, Juan Medinao se interesa de nuevo por su hermano, pero éste le muestra lo diferentes que son y que nunca podrán tratarse como hermanos.
Más adelante, siente la necesidad de reconocer a su hermano y de tenerle a su lado pero no lo consigue. Incluso recurre a los medios más deshonrosos. Pero se da cuenta que está solo y que tendrá que convivir con ello.
- OPINIÓN PERSONAL
La autora, con lenguaje más lírico aunque no exento de dramatismo, nos cuenta la vida de Juan Medinao, que es el cacique del pueblo. Dingo nos sirve de personaje-introducción a este otro personaje.
Los capítulos van a saltos del presente al pasado.Se nos describe a Juan durante la actualidad pero, tras el funeral, recuerda su infancia. De nuevo, con la confesión con el cura le hace hablar de su vida pasada.
El personaje de Pablo Zácaro es el contrapunto de Juan, son antagonistas y espejo de lo que uno nunca quiere ser y lo que el otro envidia y anhela.
Podemos ver en este libro el tema siempre de la huida del campo para buscar la felicidad en los personajes de Dingo y Pablo. Y de la contraposición de valores entre Juan Medinao y Pablo.
Este libro me ha gustado menos que "Los Abel", puede ser que es un poco más metafórico y lírico y que no tenga un gran final.
No está mal, aunque hay que leerlo con lentitud para sacarle rendimiento. Pero, como son pocas hojas, se hace corto.
De todas formas, lo recomiendo.
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